domingo, 31 de enero de 2010

Bar Luzmela, Santander



Hemos comido de pinchos el sábado al mediodía en el Bar Luzmela, que esta en la calle Hernán Cortés 8 de Santander.

Habíamos estado otros sábados por allí de vermut y yo tenia ganas de volver porque al mediodía no esta masificado y porque vi que tenia una gran variedad de pinchos sobre la barra.

Sábado muy lluvioso y allí nos plantamos. En el local solo había un cliente que se marcho a los 5 minutos de llegar nosotros. La camarera nos saludo muy amable con una amplia sonrisa, muy simpática. La barra estaba repleta de pinchos. La variedad de ingredientes y la variedad en la forma de elaboración de los pinchos siempre es un buen indicador de que los pinchos pueden estar bien.
Nos costo elegir, pero al final pillamos 2 burritos de pollo "estilo mexicano", 1 de lasaña y 1 de bacon, tortilla y queso.
Los pinchos estaban bien, sencillos, nada espectacular que dijeses "madre mia que bueno esta esto", pero bien, ricos.

Mientras comíamos, vi como el bar (esa "vinatería" que nunca me acuerdo de su nombre) que esta situado al otro lado de la calle estaba petado y la gente no se podía ni menear en el, copa en mano. La verdad es que disfruto mucho cuando hay amplitud y comodidad en los locales, sobre todo para comer raciones o pinchos sobre la marcha y aquella imagen al otro lado de la calle no me daba ninguna envidia. Encima sabiendo que allí no hay ni la variedad ni la simpatía que hay en el Luzmela.

Bueno, pues eso, si estáis el sábado por el centro y queréis tomaros un rico pincho tranquílamente y sin multitudes, pasaros por el Luzmela.

Conclusión: Simpatía y buen servicio, variedad de pinchos y local cómodo y tranquilo (al mediodía)

miércoles, 27 de enero de 2010

La licorería, Santander




Ayer nos fuimos a sacar unas fotos por la zona del centro de Santander.
Menudo frío hacia, así que nos dedicamos a callejear intentando evitar los aires gélidos.

Decidimos ir a tomar algo por la zona del Río de la Pila y entramos en un bar que se llama "La licorería", no lo conocíamos y nos pareció acogedor desde afuera... claro que con la tarde que hacia yo creo que cualquier sitio nos hubiese parecido acogedor.
En la calle San Celedonio 47, detrás del teatro Casyc de la calle Tantín.

Eran alrededor de las seis de la tarde y el bar era de los pocos por esa zona que se encontraba abierto.
Entrabamos con intención de tomar algo caliente y claro... de repente pensé ¡adiós! bar-licorería-Río de la Pila... tal vez no tener cosas calientes. Así que tímidamente pedimos un simple té y cual fue mi sorpresa cuando el camarero me dice ¿Rojo? ¿Verde?, entonces de repente se abrió ante mi un abanico de posibilidades que no me hubiera imaginado cuando segundos antes entrabamos por la puerta. Pedimos dos rojos.

A todo esto, el camarero nos saludo muy bien, muy natural y amable.
Era un té de bolsa de los que compras en los supermercados, estaba bien, rico. Servido en unas tazas de cristal que me parecieron muy chulas. La pena es que el contenido de la tetera era muy poco en proporción al tamaño de la taza, entonces se te queda un poco cara de niño con globo pinchado, ya me entendéis.
Nos puso un cuenco con palomitas que prácticamente me las comí yo todas.
El precio: 1.50 euros la taza.

La música: Rockera años 80, 90...
El bar tiene 2 televisores de buenas dimensiones y por allí había colgados carteles de los partidos de fútbol que se podrían ver en los próximos días.

Los que me conocéis ya sabéis que no soy de empinar el codo con asiduidad... mas bien nada jajaja! pero el bar tiene una oferta super amplia de bebidas, licores, chupitos, etc y un tablón con los precios por litro de las bebidas. También tienen sidra natural y vimos unos porrones pero estaban vacíos.
Me llamo la atención que al final de la barra y casi a modo de puesto ambulante tienen un apartado donde preparar perritos calientes, 1.50 euros. Esto ultimo me pareció interesante y original.

Los jueves a partir de las 20:30 hacen quedadas de moteros allí, así que a los que os guste el tema ya sabéis.

El sitio me gusto en general y seguramente vuelva por allí.

Conclusión: Local agradable, trato correcto y amable, bar que puede estar bien para marcarlo en futuras rutas nocturnas.

lunes, 25 de enero de 2010

Restaurante Rompeolas, Somo


Ayer nos fuimos a dar una vuelta hasta Somo. La vuelta fue mas bien corta ya que Somo es pequeño y luego la mayoría de los negocios estaban cerrados. La gente se agolpaba frente a los televisores de los pocos bares que estaban abiertos para ver el fútbol como si de zombies se trataran.

Entramos a tomar algo al "Restaurante Rompeolas", junto al aparcamiento que esta cerca del Lupa.
La foto que he puesto es bastante antigua, ahora la fachada tiene un mural de gresite que representa unas olas.

El local es amplio, cómodo, con una decoración en acero inox, colores azules y amarillos, tipo balneario playero. Personalmente creo que esta decoración puede resultar apropiada para el verano pero luego en invierno cojea un poco y teniendo en cuenta lo que dura el verano en Cantabria pienso que habría que buscar una decoración mas neutra para estos sitios.

El trato fue bastante frío y seco, fue el típico "hola" mirando a la baldosa del suelo.
Pedimos unos cafés, un trozo de bizcocho de manzana y un pincho de tortilla.

Los cafés, bien, correctos.
El bizcocho de manzana, bien, casero, un buen trozo y menos inflado quimicamente que los del Expressate. Rico.
La tortilla, a pesar de que seguramente llevaría allí todo el día, bien también, con su cebolla y jugosa pero no "sangrante".

El camarero nos sirvió rápidamente, casi se puede decir que nos tiro las consumiciones, para volver rápidamente a prestar toda su atención al partido de fútbol que daban por la tele.
Para que nos cobrase teníamos varias opciones, arrojarle un objeto contundente a su coronilla o esperar al medio tiempo o el final del partido.
Nos cobro y se despidió con la misma simpatía que nos saludo al principio.

Al salir de allí vimos la típica pizarra con el menú del día, 14 euros. Variado, con unos 6 primeros y otros 6 segundos, postre, etc.
14 euros me parece un precio exagerado, tal vez alguien lo pague en verano, pero en invierno me parece caro para lo que es Somo. Por el mismo precio comes en el Museo Oceanográfico de Santander con vistas a la bahía y con visita al museo incluida en el precio.

Conclusión: Un cliente siempre ha de ser mas importante que un partido de fútbol y se le debe dedicar un poquito mas de atención. Tal vez hubiésemos pedido otro pincho o cualquier otra consumición. Esto no solo lo digo por nosotros sino también por el resto de clientes que allí estaban.
Por otra parte creo que deberían diferenciar entre verano e invierno y adaptar la oferta.

domingo, 24 de enero de 2010

Actimel


ACTIMEL: Aspectos a tener en cuenta.

El ACTIMEL provee al organismo una bacteria llamada L.CASEI. Esta sustancia es generada normalmente por el 98% de los organismos, pero cuando se le suministra externamente por un tiempo prolongado, el cuerpo deja de elaborarla y paulatinamente 'olvida' que debe hacerlo, y cómo hacerlo, sobre todo en personas menores a 14 años.

En realidad, surgió como un medicamento (Japón, alrededor de 1935) para esas pocas personas que no "lo elaboraban", pero ese universo era tan pequeño que el medicamento resultó no rentable; para hacerlo rentable se vendió su patente a empresas alimenticias, como Danone.
La Secretaría de Salud obligó a ACTIMEL a indicar en su publicidad que el producto no debe consumirse por un tiempo prolongado; y cumplieron, pero en una forma tan sutil que ningún consumidor lo percibe (p.ej. 'desafío actimel: consúmalo durante 14 días' o 'haga de agosto su actimel').

Si unos padres deciden completar la dieta con ACTIMEL, no perciben ningún aviso sobre su inconveniencia y no ven que puede estar haciendo un daño importante a la salud de sus hijos a causa de la manipulación publicitária para impulsar los negocios.

El caso es que después de tomar Actimel durante un periodo prolongado las defensas digamos que caen en picado y es cuando se puede producir algún tipo de "infección" en el organismo.

Volviendo al principio, es curioso como un producto que está creado para un 2% de la población nos lo están metiendo entre ceja y ceja a todos los demás.